Ximena Dahm andaba muy nerviosa, porque aquella mañana iba a iniciar su vida en la escuela. Corriendo iba de un espejo al otro, por toda la casa; y en uno de esos ¡res y venires, tropezó con un bolso y cayó desparramada al piso. No lloró, pero se enojó:
–¿Qué hace esta mierda acá?
La madre educó:
–Mijita, eso no se dice.
Y Ximena, desde el piso, quiso saber:
––Para qué existen, mamá, las palabras que no se dicen?
Eduardo Galeano
Hace 10 años.
4 Me regalaron sus palabras...:
Al respecto recuerdo el hilarante discurso de Fontanarrosa en el Congreso Internacional de la Lengua Española, que me parece aporta a la temática:
http://www.dailymotion.com/video/x62fxh_fontanarrosa-las-malas-palabras_shortfilms
qué feo que me ninguneen así. Cómo "ni-jota?"
Me siento mal. Me deprimí
Estoy de acuerdo con Huali, Fontanarrosa hizo la mejor defensa de las malas palabras que he escuchado en mi vida. ...¿por qué son malas?, ¿les pegan a las otras palabras?, ¿son de mala calidad? (...) las malas palabras son irremplazables (...) cuidémoslas que las vamos a necesitar.
Saludos...¡¡¡LA PUTA QUE VALE LA PENA ESTAR VIVO!!!
Jota, no te deprimas por esa incontinencia del lenguaje, peor sería que te pisoteen con o_jota!
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