…”El hombre tiene los ojos cerrados, una mano sobre el pecho y otra sobre el muslo de ella, en íntima complicidad.
Para mi esa visión es recurrente e inmutable, nada cambia, siempre la misma sonrisa plácida del hombre, la misma languidez de la mujer; los mismos pliegues de las sábanas y rincones sombríos del cuarto, siempre la luz de la lámpara roza los senos y los pómulos de ella en el mismo ángulo y siempre el chal de seda y los cabellos oscuros caen con igual delicadeza.
Cada vez que pienso en ti, así te veo, así nos veo, detenidos para siempre en ese lienzo, invulnerables al deterioro de la mala memoria.
Puedo recrearme largamente en esa escena, hasta sentir que entro en el espacio del cuarto y ya no soy el que observa, sino el hombre que yace junto a esa mujer.
Entonces se rompe la simétrica quietud de la pintura y escucho nuestras voces muy cercanas:
-Cuéntame un cuento- te digo
-¿Cómo lo quieres?-
-Cuéntame un cuento que no le hayas contado a nadie-…”
Isabel Allende
3 Me regalaron sus palabras...:
¡Que bueno esto de Isabel Allende!
Sol en mi blog
www.amisiysiatino.blogspot.com
hay un premio (Blog Femenino) que deseo compartir contigo.
Sería un honor para mi si fueras porél.
Besos!!!
Qué ganas dan de escuchar el cuento...
Saludos.
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